
Fallece el Caníbal de Playa del Carmen

Salsa, s. Unico signo infalible de civilización y progreso. Pueblo sin salsas, tiene mil vicios; pueblo de una sola salsa, tiene novecientos noventa y nueve. A salsa inventada y aceptada, corresponde vicio re- nunciado y perdonado.
-Ambrose Bierce, Diccionario del Diablo.
Cierto científico (disculpen si mi memoria me falla, inequívoco signo de mi avanzada edad), mencionó que la civilización de un pueblo no radica en el descubrimiento del fuego, ni en la invención de la rueda, ni mucho menos con la primera constitución o conjunto de leyes, sino por el contrario, en su tradición, ciencia y técnica culinaria, en hacer platos, cada vez más deleitables, no sólo al paladar, sino a la vista.
Estemos o no de acuerdo, debemos reconocer lo mucho de que se sirvió el hombre de la ciencia; descubrió que poniéndola al fuego, se suavizaba la carne y facilitaba la digestión; aprendió que agregando ciertas sustancias, los alimentos duraban más, (como la sal a las carnes, y los azúcares a las frutas), más aún, que ciertos alimentos tenían ciertas propiedades que les beneficiarían, si sabían aplicarlas, o perjudicarles, si abusaban de ellas. Más aún, conocieron el proceso de la fermentación y lo replicaron artificialmente para fabricar pan, vino, queso, que son la base de la civilización europea (no se engañen, no fue Grecia ni Roma). Los hebreos se apresuraron a excluir de su dieta a todo animal rumiante sin pezuña hendida, y de paso a todos los mariscos (Levítico 3:11:1 – 3:11:47)
«!Estan locos si creen que no voy a pelear; no sólo las regalías, sino todos los derechos de lo que filmé!!Faltaba más!». Sólo eso le faltó agregar al alemán Aemin Meiwes*, mejor conocido como «El Caníbal de Rottermburg» cuando en 2004 fue condenado en la corte provincial de Kassel, Munich, Alemania, a ocho años de prisión. Su delito (o deleite): haberse comido a su compatriota, el ingeniero berlinés Bernd Juergen B., con el consentimiento de éste.
Meiwes, de cuarenta y dos años, no sólo le cumplió a Juergen su deseo de ser devorado, sino que además videofilmó en tres partes-hoy sumamente esperadas por los que toda la vida han anhelado ver un verdadero film snuff- desayuno, comida y cena de carne humana. Por el momento, la corte que resguarda las cintas ha dicho que «nunca estarán a al venta»; sin embargo, legítimamente los VHS son propiedad de Meiwes, quien ya ha girado instrucciones a sus abogados para iniciar el rescate legal de lo que le pertenece.
La historia verídica de un hombre que hizo realidad el canibalismo. Lo que comenzó con un inocente sueño en su niñez fue llevado de una extraña manera a la vida real.
Esta es la historia de Issey Sagawa, el canibal japonés (que vive actualmente libre).
Un hombrecillo extraño que nació en Japon. Un hombre con manos y pies pequeños, poseedor de una inconfundible cojera, y una peculiar voz de mujer. Particularmente tímido.Hijo de un multimillonario, Akira Sagawa, presidente de Kurita Water Industries en Tokio, era consciente de no ser atractivo para los ojos de las mujeres.Inteligente, obsesionado con las femmes altas de rasgos occidentales, quería tener consigo a “la mujer perfecta”.
Mientras estudiaba Literatura Inglesa en la Universidad de Wako, comenzó a relacionarse con una alemana que daba clases de idiomas. “…Cuando me encontré a esa mujer en la calle, me pregunté si podría comerla…” confesó Sagawa en una entrevista.
Un día de verano, la siguió hasta su apartamento, se metió por la ventana e intentó matarla. La mujer se encontraba dormida, y con poca ropa, lo que despertó aún mas el deseo de Sagawa, quien busco desesperadamente algo para apuñalarla o golpearla, hasta que finalmente encontró un paraguas.
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El Niño Caníbal de Virulo ! Cantemos todos:
Sherburne Cook fue el primer antropólogo moderno que abandonó el enfoque sentimental del sacrificio azteca: «Por muy potente que sea, ningún impulso puramente religioso puede mantenerse con éxito durante un periodo considerable de tiempo en oposición a una resistencia económica fundamental». Cook sostuvo que la guerra y los sacrificios aztecas formaban parte de un sistema para regular el crecimiento demográfico.
Cook calculó que el efecto combinado de las muertes por combate y los sacrificios humanosproducía un aumento anual del 25% en la tasa de mortandad.Puesto que «la población alcanzaba el nivel máximo compatible con los medios de subsitencia […] el efecto combinado de la guerra y los sacrificios habría sido mu eficaz para controlor cualquier incremento demografico indebido».
¿Quien dijo que los aztecas no eran ciivilizados? ¿Acaso no se comían a su prójimo?
-Rius
Una bonita tradición de nuestros ancestros (que deberíamos poner en práctica con ciertos políticos pasados de tamales) era la antropofagia o canibalismo. Durante rituales para aplacar al sediento apetito de sangre de Huitzilopochtli.Aunque las prácticas de guerra, el cautiverio de enemigos, el desollamiento, la autoinmolación, los sacrificios humanos y la antropofagia, formaban parte de la vida cotidiana y la complicada religión; los conquistadores interpretaron estos hechos como opuestos a la fe cristiana y como una clara justificación para imponer su religión, pues consideraron que estos actos eran cosa del diablo.
Una de las recetas con más tradición era el pozole, o tlacatlaolli, cuya base, como ustedes saben, era la carne humana. Más tarde, los «civilizadores» españoles habían de cambiar el ingrediente principal por el sucedáneo de sabor más parecido y que tenían más a la mano: el cerdo.
Una receta famosa del tlacatlaolli es esta:
Zhu Yu, de 32 años, es un artista chino cuya provocadora obra consiste en comer niños muertos. Un programa británico emitía un documental en el que aparecía Zhu practicando el canibalismo infantil. Asegura que robó los cadáveres de una escuela de medicina y que vomitó tras ingerir la carne. Su móvil: «Lo hice por amor al arte»
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