La Gata, Shozo y sus dos mujeres


El libro empieza con una carta. Es una petición de Shinako (la ex esposa de Shozo) a la joven Fukuko, quien, además de ser la nueva pareja de Shozo, viene siendo su prima y única heredera de un negocio familiar, malcriada, consentida y sin responsabilidades, auspiciada por la propia madre de Shozo, para asegurar el bienestar económico de su vástago, que, dicho sea de paso, no sabe hacer nada.

Shinako no le pide nada a la nueva consorte, excepto que le ceda a Lily, la gata cuyas responsabilidades compartía, excusándose porque se siente muy sola, y ella en cambio le cedió al marido

Shozo es un treintón acomodado que vive sin trabajar, a costa de las rentas de su nueva y flamante esposa, la joven pero rebelde e indiscliplinada Fukuko. Shozo tiene también  a Lily, una exquisita y exótica gata de raza tortoise shell que es su adoración y que lo ha acompañado 10 años de su vida.También está  Shinako, su industriosa ex esposa a quien Shozo echó de la casa, y quien está obsesionada en quedarse al animal para mantener el vínculo emocional con el esposo.

Esta exquisita novela, de un gran amante de los gatos, Junichiro Tanizaki, constituye ,no sólo una caricatura de la sociedad japonesa, donde coexisten personas capaces de arruinar su vida por una gata. Tanizaki es también un gran observador de la psicología no sólo de los gatos, sino también de sus amos.

Cuentos para ¿niños?


Muchos de los cuentos que ahora se dirigen al mercado infantil tuvieron su origen en leyendas para entretener adultos. Sheldon Cashdan ( y antes de él Bruno Bettelheim) dedicaron su estudio a la psicología de los mal llamados «cuentos de hadas» y su posterior adaptación al público infantil, via Perrault y Grimm primero y Disney después.

El príncipe violando a la Bella Durmiente, Caperucita haciendo un lento strip-tease para el lobo, la madrastra mutilando los pies de las hermanastras de Cenicienta, son sólo algunos de los ejemplos de las versiones adultas de cuentos clásicos. La psicología propia de estos relatos es tan sexual, tan humana, que vale la pena revisitarlos desde nuestra perspectiva.

Alicia Steampunk


-Minino de Chesire- empezó diciendo con timidez, porque no estaba muy segura de que este nombre le gustara; sin embargo, el Gato no hizo más que sonreír más, «vaya, parece que le gusta» pensó Alicia, y continuó:

¿Podría decirme, por favor, qué camino debo tomar a partir de aquí?
Eso depende, en gran medida, de a dónde quieras llegar-respondió el Gato.
No me importa mucho a dónde ir…-explicó Alicia

Entonces no importa qué camino tomes– interrumpió el Gato-
-...mientras llegue a alguna parte– continuó Alicia.
Ah, es seguro que llegarás a alguna parte, si tan sólo caminas lo suficiente-sentenció el Gato.

A Alicia esto le pareció irrefutable.

Sal con una chica que no lee


Por Charles Warnke

Sal con una chica que no lee. Encuéntrala en medio de la fastidiosa mugre de un bar del medio oeste. Encuéntrala en medio del humo, del sudor de borracho y de las luces multicolores de una discoteca de lujo. Donde la encuentres, descúbrela sonriendo y asegúrate de que la sonrisa permanezca incluso cuando su interlocutor le haya quitado la mirada. Cautívala con trivialidades poco sentimentales; usa las típicas frases de conquista y ríe para tus adentros. Sácala a la calle cuando los bares y las discotecas hayan dado por concluida la velada; ignora el peso de la fatiga. Bésala bajo la lluvia y deja que la tenue luz de un farol de la calle los ilumine, así como has visto que ocurre en las películas. Haz un comentario sobre el poco significado que todo eso tiene. Llévatela a tu apartamento y despáchala luego de hacerle el amor. Tíratela.

Deja que la especie de contrato que sin darte cuenta has celebrado con ella se convierta poco a poco, incómodamente, en una relación. Descubre intereses y gustos comunes como el sushi o la música country, y construye un muro impenetrable alrededor de ellos. Haz del espacio común un espacio sagrado y regresa a él cada vez que el aire se torne pesado o las veladas parezcan demasiado largas. Háblale de cosas sin importancia y piensa poco. Deja que pasen los meses sin que te des cuenta. Proponle que se mude a vivir contigo y déjala que decore. Peléale por cosas insignificantes como que la maldita cortina de la ducha debe permanecer cerrada para que no se llene de ese maldito moho. Deja que pase un año sin que te des cuenta. Comienza a darte cuenta.

Concluye que probablemente deberían casarse porque de lo contrario habrías perdido mucho tiempo de tu vida. Invítala a cenar a un restaurante que se salga de tu presupuesto en el piso cuarenta y cinco de un edificio y asegúrate de que tenga una vista hermosa de la ciudad. Tímidamente pídele al mesero que le traiga la copa de champaña con el modesto anillo adentro. Apenas se dé cuenta, proponle matrimonio con todo el entusiasmo y la sinceridad de los que puedas hacer acopio. No te preocupes si sientes que tu corazón está a punto de atravesarte el pecho, y si no sientes nada, tampoco le des mucha importancia. Si hay aplausos, deja que terminen. Si llora, sonríe como si nunca hubieras estado tan feliz, y si no lo hace, igual sonríe.

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Mon Miel, ma douceur


Los padres de Khadija nacieron al otro lado del mar. Todos los veranos, ellos toman el barco en Marsella para ver  a su familia, en Argelia. La  pequeña añora regresar a esta patria, que también es un poco la suya, pero sobre todo, para ver a su abuela Zohra, que le hace toda clase del dulces y postres a la querida nieta. Zohra esta siempre contenta de recibir a la nieta, y consentirla hasta el grado de echarla un poco a perder. No obstante, un dia llega hasta casa de Khadija un telegrama, que requiere su atención inmediata…

La identidad, la memoria, el regreso a un país, y también el dejar ir a un ser amado son temáticas no sólo importantes, sino el hilo conducente que nos lleva por esta enternecedora historia, embelelcida con las exquisitas ilustraciones oníricas de Elodie Nouen. El texto (en árabe y en francés) y la traducción fonética de las palabras en árabe permite a los jóvenes lectores entrenar su pronunciación.

Este libro es un viaje a tierras incógnitas  e idiomas exóticos que ningún niño (de corazón) debe perderse

Mon miel, ma douceur
Michel Piquemal
$200 pesos
Fondo de Cultura Económica
www.didierjeunesse.com

Jabberwocky


Entre los poemas escritos por  Lewis Carroll, nom de plume de Charles Lutwidge Dodgson para escribir sus dos libros más célebres: Alicia en el País de las Maravillas y A través del espejo y lo que Alicia encontró alli hay uno,  como saben los que han leído este último libro, que ha ejercido una fascinación enfermiza entre sus lectores. Jabberwocky es el poema de la sinrazón (uno de los mejores en lengua inglesa), quizá el más célebre,  que Carroll insertó al principio de «A través del espejo…» , con muchas palabras fusionadas, o inventadas por él mismo, a tal grado que la propia Alicia, comenta de él al terminar de leerlo :

«–Parece muy bonito –dijo cuando terminó de leerlo–, ¡pero es algo difícil de entender! –(Es que no quería confesar, incluso a sí misma, que no había entendido nada en absoluto.)– De alguna manera, parece llenar mi cabeza de ideas, ¡sólo que no sé exactamente qué son! No obstante, alguien mató algo: al menos eso está claro.”

La única pista que nos permite desvelar a esta criatura fantástica es la obra del ilustrador inglés Sir John Tenniel:

Muchos traductores han intentado (proeza improbable) de traducir al castellano lo más fielmente posible,  Jabberwock* según su etimología como  “El Jitanjáforo”, “Chacaloco”, “El Dragobán”, “Galimatazo”, “Jerigóndor” (de mis favoritos), “El Fablistanón” y “Yaberguoko”, entre otros.

Y ahora, una brillante versión a cargo de los Muppets, (en el memorable programa con la mismísima Brooke Shields como Alicia) :

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Estoy Desnudo


tsutsuiSabemos muy poco de literatura japonesa. Claro, nos llegan ecos de Yasunari Kawabata y su pupilo Yukio Mishima, de Junichiro Tanizaki, de Kenzaburo Oé  y de Kazuo Ishiguro,  y más recientemtente, de Banana Yoshimoto y de Haruki Murakami.

Con una excelente traducción a cargo de  Jesús Carlos Álvarez Crespo, Estoy desnudo, el primer cuento de esta compilación de relatos cortos (y que da nombre al libro), narra las desventuras de un hombre  que huye de un hotel de paso en llamas, y que padece de una creciente diarrea. En su intento por cruzar la  ciudad, el hombre va despojándose, una a una, de cada una de sus prendas, mientras el frío de Tokyo va en aumento . . .

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Kitchen


kitchen

«Creo que la cocina es el lugar del mundo que más me gusta. En la cocina, no importa de quién ni cómo sea, o en cualquier stio donde se haga comida, no sufro. Si es posible, prefier que sea funcional y que esté muy usada. Con los trapos secos y limpios, y los azulejos blancos y brillantes…»

Así da comienzo Kitchen, novela de Banana Yoshimoto: Mikage Sakurai es una joven universitaria huérfana, cuyos padres murieron muy jóvenes. Criada por su abuela, Mikage se queda sola en el mundo, cuando ésta muere. Sola, en una casa demasiado grande, se refugia en la cocina, pues sólo en ella se siente a salvo.

Pero un día ocurre un milagro : Yuichi, un apuesto muchacho que asistió en el sepelio de la abuela, le sugiere que vaya a vivir a su casa, con su madre Eriko. Pero esta despampanante mujer no es una mujer: sino un hombre transgénero que se convirtió en mujer cuando la verdadera madre de Yuichi perdió la vida.

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Alicia Anotada


Me acabo de tropezar con un libro fantástico. Se llama «Alicia Anotada» y si el título no suena ya tentador, déjenme decirles que es la edición más importante de esos dos maravillosos libros que condensan las aventuras de la Alicia (Alicia en el Pais de las Maravillas, A traves del espejo y lo que Alicia encontro ahi), de Carroll (Charles Lutwidge Dodgson), redactada por Martin Gardner*, conocido matemático y divulgador de la ciencia, conocido por sus ensayos de matemática recreativa (¿Tenían Ombligo Adán y Eva?)

Charles Dodgson tuvo una relación de amistad con la familia Liddell, especialmente con una de las niñas, Alice. Durante una de estas excursiones, Dodgson, a petición de Alice, inventó una historia sobre Alice en la madriguera del conejo, que luego se convertiría en el célebre libro Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, y posteriormente escribió el cuento para regalárselo a Alice en las Navidades de 1863.

Asimismo, las niñas Lidell fueron en varias ocasiones modelos para el escritor=teologo=matematico, ya que la fotografia era el hobby de su predileccion. (Alicia es la primera de derecha a izquierda).

Más que una edición comentada, el ensayista se regocija en un completo análisis, explicando acertijos, juegos de palabras y la razón de la sinrazón que impera a lo largo de un tema favorito en la literatura, la partida de ajedrez de Alicia con la Reina Roja, la historia de la Falsa Tortuga, la cancion de la sopa y del baile de las langostas, en sus versos como «La Caza del Snark». Incluso hay un poema que es un acrostico de Alice, «Bajo un soleado Cielo, Una Barca»:

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