Entre la tradición oral europea, uno de los mitos más socorridos son las brujas. mención aparte merece La Befana.
Según el cuento popular, los Reyes Magos, de camino a Belén para llevar sus presentes al Niño Jesús, al no encontrar el camino correcto, pidieron ayuda a una anciana. A pesar de la insistencia de éstos para que les siguiese en su visita al pequeño, la mujer no salió de casa para acompañarlos.
Más tarde, arrepentida de no haber ido con ellos, y tras preparar un cesto con dulces, y regalos, salió de casa y se puso a buscarlos, sin conseguirlo.
De esta forma se paró en cada casa que encontraba a lo largo del camino, dando obsequios a los niños que encontraba, con la esperanza de que alguno de ellos fuese el pequeño Jesús.
Desde entonces vagaría por el mundo haciendo regalos a todos los niños para hacerse perdonar.A diferencia de una bruja suele estar sonriente y tiene una bolsa o un saco lleno de dulces, regalos, pero también de carbón.
La Befana visita a los niños la noche anterior a la epifanía (6 de enero) para rellenar los calcetines, colgados a tal fin por los niños esa noche, si han sido buenos con caramelos y chocolatinas, en cambio si han sido malos los rellena de carbón (formado en realidad por dulces de color y forma parecida al carbón).
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