La Mirada de La Gorgona

Leyendo textos muy interesantes que tratan de desentrañar, o mejor aún, de perfilar la ya de por sí la oculta figura de la africana Medha, la diosa, no puede una dejar de percatarse cómo la cultura patriarcal ha permeado una cierta sabiduría femenina, que ha sido silenciada, omitida e incluso negada.

medusa_s08Todos conocemos, quien más quien menos, la leyenda de Medusa, una bellísima y devota sacerdotisa. Sobre sus otras virtudes (sabiduría, poder, don de la profecía, bondad, etcétera), el mito helénico no nos dice más. Que el haber sido violada en el templo de Palas Atenea por el tío de ésta, Poseidón.

La terrible y misógina reacción de la diosa, es culparla (como muchas personas culpan en la actualidad a las víctimas de violación), “castigarla” por su “ofensa” (Ovidio, La Metamorfosis), ya que no podía o no quería castigar al varón, convirtiéndola en el monstruoso  (γοργών gorgōn, ‘terrible’) ser con cabellos de serpiente, capaz de petrificar a quien la viera a los ojos, que persiste en los cuentos infantiles, condenándola así al ostracismo con las otras dos Gorgonas, Esteno y Euríale.

Sin embargo la rencorosa Palas no quedó conforme: indujo al deslucido Perseo para que decapitara a Medusa, quien no hubiera sido capaz de tal “hazaña”, de no haber sido por recibir divinos regalos (las sandalias de Hermes, la hoz de Zeus y el casco de Hades, y un escudo de Atenea) y la inapreciable ayuda de la diosa, pues fue su mano quien guió el golpe certero del héroe. La sangre tomada del lado derecho de la gorgona podía resucitar a los muertos (células madre), mientras la sangre del lado izquierdo era un veneno instantáneamente mortal. La cabeza fue entregada a Atenea para ponerla en el escudo (Gorgoneion), formando así el amuleto que conoce como égida y se cree, brinda protección.

Muy anterior al mito helénico, hay una figura de la diosa triple, que es común en muchas religiones politeístas y que aún en la griega quedan resquicios  (las Erinias, las Parcas, las Moiras, etc). Se cree que el nombre Medha procede del egipcio Met o Maat, que significa “soberana de la sabiduría femenina”, de cabellos tan ensortijados como es común entre las africanas (y que seguramente los griegos interpretaron como serpientes); y que fue adorada por amazonas libias bajo sus diferentes aspectos de virgen (Atiene, o Atenna), madre y profetisa, de quien se decía incluso que tenía tal don de profecía que nadie podía levantar su velo, o que el mirarla a los ojos, le permitiría conocer su propia muerte al curioso. Figura compleja que representa la sabiduría femenina, los ciclos lunares y solares, la fuerza y los ciclos de la naturaleza, diosa ctónica, guardiana y mediadora entre los cielos, la tierra y el inframundo. Su tótem, la serpiente, guardiana y mediadora de lo terrestre y lo creativo, (el ouroboros), y la creencia de la inmortalidad que se que confirió al mudar de piel, como la mujer, que “sangra sin fallecimiento”.

Sin embargo, y con la introducción de cosmovisiones que dejaron atrás las tríadas femeninas, que supusieron una separación entre lo olímpico y lo ctónico,  y que dictaban a un ser masculino como creador, la mujer perdió su figura preponderante y quedó relegada al papel de virgen o de madre. En las nuevas mitologías, los héroes (masculinos) dominan y derrotan a las monstruosas deidades ctónicas, a las fuerzas de la naturaleza. También los viejos mitos quedaron mutilados, y por tanto, los tres aspectos de la antigua diosa; Atenea representó el lado más luminoso, Metis, la diosa más grande y sabia, se convirtió en su “madre”, y Medusa en su enemiga.

Si hemos de hacer caso a esta cosmovisión centrada en un acto creativo varonil, Metis fue seducida y después devorada por Zeus, quien “absorbió” su sabiduría, la cual fue usada por Metis para “preñar” la cabeza del dios, de donde nació, adulta y perfectamente armada para la batalla, Atenea, privándola incluso de su origen común al ser “parida” por un dios. Sin embargo, la diosa da la espalda a sus orígenes y se convierte en la fiel defensora del sistema masculino. Terminó la era de la diosa, la mujer sólo tiene un papel en la religión, por medio de la virginidad, el matrimonio y la maternidad, por el silencio y la sujeción a la figura masculina.

Lo cual nos lleva a pensar que, ideas de índole religiosa, donde la figura central, creadora y dadora de vida, es masculina, (por fantasiosa que nos pueda parecer), está tan enraizada y compenetrada en la cultura popular, que es difícil detectarla y aún más cuestionarla, tan es así que llegamos a aceptarla como “normal”, e incluso caer en la falacia de que “siempre ha sido así”. Pero no siempre ha sido así; hay una sabiduría milenaria, femenina, que decíamos, se ha omitido, pero que, para discernirla de la otra, de un origen por parte de una figura masculina, necesitamos de la mirada de la Gorgona.

Un comentario en “La Mirada de La Gorgona

  1. ¿En qué momento de la historia la mujer perdió la batalla de todas las mujeres de las generaciones presentes y futuras? ¿Y qué hacemos nosotros para restaurar el equilibrio?

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