En el Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades, ubicado en el paseo de la Reforma Nadie lleva mascarillas. Ni la recepcionista, ni nadie del servicio de limpieza, ni las secretarias, ni el jefe de Prensa ni, por supuesto, el doctor Lezana. Así que la primera pregunta no puede ser otra. ¿Por qué no llevan ustedes mascarillas?
Y entonces -la siguiente pregunta también es obvia-, ¿por qué han repartido millones de mascarillas? «Bueno, es más una demanda de la población. La gente se siente más segura llevándolas, más tranquila, y no les hace ningún daño». La declaración del funcionario no deja de ser sorprendente, sobre todo porque, durante los primeros días del brote, la población asistió angustiada a la escasez de mascarillas, y los políticos en tropel -en vez de hacer el discurso de Lezana- se lanzaron a prometer mascarillas como si en ellas estuviera la salvación.
Otra contradicción en que cae el gobierno, en su doctrina del miedo masivo y la desinformación.
¿Ya vieron ? Odio decirles «se los dije», pero !Se los dije!
Mamma Testa! 
Los cubrebocas NO son la salvacion. Estan diseñados para que el que lo usa NO contamine. Si hablas o toses saliva o mucosidades pueden salir de tu boca. Para que una mascara filtre microbios o viruses debe ser muy especializada y muy cara.
Entonces, los tapabocas NO te protegen de los demas, protegen a los demas de ti.