El Espíritu Árabe en nuestras Raíces (parte 1 de 3)

¿A quién no le castraba de chiquit@ el hórrido discursito de primaria de nuestras raíces esto, nuestras raíces aquello?

Siempre se exaltaba la fortaleza y la constitución de l@s indígenas que poblaron esta tierra antes de nosotr@s, casi siempre para ocultar, casi con vergüenza, nuestro origen mestizo, bastardeando nuestros orígenes. (Recordemos la expresión «hij@ de la chingada», es decir, de una «mujer violada», se remonta a éstas épocas, y se toma siempre como un insulto.)

Tendemos a olvidar que, en ese momento, las civilizaciones que coexistieron prehispánicamente, no estaban constituidas como nación.

Como mucho, los más atrevidos habrán ensalzado el valor de los viajeros que surcaron el mar, buscando las Indias Orientales, pero aún así, nuestro malinchismo no nos deja ver otras raíces, tan dignas de mención como las amerindias. ¿Pero, y si escarbásemos más?

Veamos. En la primavera de 711 una expedición formada por unos 7.000 hombres y arb_002.jpgcomandada por Táriq Ibn Ziyad, gobernador árabe de Tánger entró en la península ibérica (la actual España ), expedición que avanzaría hasta la actual Algéciras y que un año más tarde, cruzaría el estrecho para integrar las conquistas bereberes al dominio del Imperio Árabe.

Las ciudades de Medina-Sidonia, Carmona y Sevilla les recibieron casi sin resistencia, y los invasores se sintieron como en casa al ser recibidos como un pueblo civilizado en ciudades como Barcelona, Medina o Granada, por decir algo. A lo mucho, en tres años estaban cómodamente instalados, y posteriormente fundaron tres grandes califatos ( el de Córdoba, el de El Cairo y el de Bagdad).

Y parece que tanto les gustó, que se quedaron varios mosque_of_cordoba_spain.jpgsiglos a vivir ahí, fusionándose ambas culturas, la de los vándalos, visigodos y otros pueblos que ya habitaban la península, y la de los árabes, para fundar algo llamado Al-Andalus, (tomado del germánico vandalvs, por los pueblos que ahí habitaban, que se llamaban así porque antes de los árabes, verdaderamente eran unos vándalos.) influenciando así la arquitectura como la Mezquita de Córdoba (ilustrada), la Alhambra de Granada, la Torre del Oro en Sevilla, el Palacio de Aljafería en Zaragoza, por mencionar los más celebrados, y también su métrica en la poesía y el tipo de narrativa que nos recuerda Las Mil Noches y Una Noche.

De los árabes se beneficiaron y aprendieron el arb_005.jpgajedrez, la elaboración del tan útil papel de algodón ( y por ende, el cambio del papiro por el códice, predecesor  del libro), el uso del freno en los caballos, lo cual fue un gran aliciente en la milicia, el arte de la navegación, el conocimiento del cero (imprescindible en el comercio), el sistema de numeración arábigo, el álgebra, el amor por el agua y técnicas de cultivo, por mencionar las más conocidas, e integrando al idioma, algunas palabras, conservadoramente, alrededor de un 30% de arabismos (del cual aún conservamos alrededor de un 20%,; 15% según Wikipedia, esto es, más de 4,000 vocablos, siendo la segunda fuente más importante de palabras del español, después del latín) convirtiéndose Al Andalus en una luz de conocimiento mientras el resto de Europa se hundía en el oscurantismo.

Hasta la fatídica fecha de 1492 (¿nos suena?), fecha en que el último reino árabe (Granada) fue tomado por los Reyes Católicos (Fercho y Chabela la Mocha) mismos que expulsaron a los judíos y financiaron las travesías de Christophorus Columbus.

¿Entonces, quiénes eran los españoles que llegaron aquí?

Imaginemos por un instante un país siendo influenciado por otro, su música, su percepción del arte, y de la política, su religión, en suma, sus conocimientos, estableciendo alianzas comerciales y sanguíneas, por un período de 8 o 9 siglos. Al término, difícilmente reconoceríamos una de la otra.

Así es. Por nuestras venas corre mucha más sangre árabe que la que nos han dicho, y muchas más cosas en común que, aunque a la CIA le duela, la que se quiere admitir. O más bien, han tenido cuidado en omitir.

Más Sobre lo Mismo: Europa y El Islam en la Edad Media, Bresc, Guichard y Mantran, Ed. Crítica, Barcelona.

En Wikipedia: Ál -Andalus, Invasión Árabe de la Península Ibérica, Mundo Árabe

3 comentarios en “El Espíritu Árabe en nuestras Raíces (parte 1 de 3)

  1. Y a mí el ajedrez, el albur y Guadalajara, también herencia arábiga.

    Un día de estos escribiré un post sólo con arabismos.

    Recibe un saludo árabe y ojalá todos estuvieran tan al pendiente del blog como tu :P

    Salaäm Aleikum !

  2. .

    Me llegan los feeds a mi explorador…

    Y por lo del Rave ¿hum? Yo te aviso cuando mis padres se vayan a Puebla de nuevo… ;)

    .

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