Cómo Teibolear y no morir en el intento

Quiero ser teibolera, me encantaría bailar y ver como los hombres se vuelven locos con mi cuerpo, tiene como 2 años que no puedo dejar de pensar en trabajar de eso. es una fantasia que quiero hacer real. alguien sabe como le puedo hacer??? donde puedo ir??? Soy de México D.F»

Me puse a leer esta pregunta en Yahoo! Respuestas y me dí cuenta de que los «consejeros» sabían poco o nada del tema, pero  en cambio, sí se ponían a opinar, muy moralinos y paternales. Que si es riesgoso, que si es peligroso, que si es un antro de perversiones, etc. También  hay las y los que tienen una idea  «romántica»y «glamurosa» de ello. No es ninguna de las dos cosas. Como todo, es un negocio y ya.

Quizá tu novio o mejor amigo te «aconseje» con la «mejor intención», pero no puede hacerlo bien si nunca ha trabajado dentro de estos lugares y conocer realmente el ambiente, por muchas veces que haya ido como espectador, eso no quiere decir que sepa cómo funcionan esos lugares.

Vamos a despojarlo de muchos de sus mitos.

1. Que si es riesgoso. Falso. Estos lugares deben tener, antes que una buena selección de chavas o de alcoholes,  una buena reputación, por ambas partes, y me refiero tanto a la clientela como quien que trabaja dentro, debe ofrecer una seguridad mínima.  Si pides consejo, a un hombre,  de trabajar en un lugar de éstos, quizá haya ido a muchos, pero lo más probable es que no tenga la mínima idea de cómo es el ambiente laboral, quizá te cuenten historias de terror como  «que lo primero que vas a hacer es mamársela al jefe», o «que te van a coger por todos lados», etcétera, para aterrorizarte y que desistas de la idea.

Nunca, a ningún table de categoría, le conviene asustar a las chicas, sobre todo, si son nuevas, porque ellas  sostienen a los sacaborrachos, a los meseros, al DJ, a la «mamita»… Claro, hay muchos prostíbulos vestidos de «table», donde las chicas hacen de todo, y si a eso te vas a dedicar, pues lo más probable es que te pidan «tu currículum», que muestres «tus habilidades», pero estamos hablando de que vas a trabajar en un antro tipo «bien» donde únicamente, vas a bailar, y a tomar y te van a pagar (y muy bien) por ello.

Nadie, nunca, te va a obligar a  hacer algo por lo que no cobres, o algo que no quieras. Ahora, hombres que te gusten, nunca te van  faltar (como en cualquier trabajo), pero la decisión de acostarte con ellos será completamente tuya, y nadie, nadie, te va a presionar, pero si decides hacerlo, la «casa»  quizá, te puede o no  facilitar las cosas, si por ello puede llevarse una «comisión». Aunque en algunos está «prohibido», (claro, adentro). Lo que hagas afuera, no es de su incumbencia.

Si finalmente, decides acostarte con uno o más, por dinero, o por gusto, o ambos, el lugar, si es de los buenos, quizá pueda hacer los arreglos para que la operación sea lo menos riesgosa para tí. Obvio el condón es obligatorio, y habrá protección si llegaras a necesitarla (lo cual es muy raro, pues el hombre se mete en un pedote si se quiere pasar de pendejo). Se llevarán un porcentaje (digamos un 15 a 30 por ciento, dependiendo del lugar) de lo que cobres, pero aún así, te estarás llevando de dos mil quinientos a  tres mil pesos, tal vez más. En un ratito.

Claro, desde el punto de vista abolicionista,  es prostitución, pero hablando feamente, es la misma se ejerce cotidianamente en todas las oficinas burocráticas, la misma que ejercen incluso algunas esposas intramaritalmente (sexo a cambio de joyas, carros, ropa carísima, etc.) Para mí, es un excelente negocio,  más seguro que muchos trabajos, incluso puede que tengan su propio sitio de taxis, es probable que algunos hasta te consigan un depa cercano y hasta una roomie.

2.- Que si es un tugurio de drogas, violencia, etc. Falso. Como dije antes, estos lugares se rigen por una doble reputación, por tanto, no les conviene ser negocio de drogas disfrazados de table dance, porque los estarían clausurando cada dos por tres. Claro,  tugurios de mala muerte, los hay, y aún en los buenos lugares, clientes que se drogan, los hay, y bailarinas que lo hacen, también, pero siempre discretamente. No es una película de  Tarantino.

La doble moral de los hombres  de fantasear con una de estas chicas, pero jamás que sea la esposa, la novia, la hermana, la hija… Trabajar en un table, es como las chichis postizas, en las otras mujeres, se ven bien, jamás en ti.

3.- Que te exponen a humillaciones y malos tratos.  Bueno, para empezar no sé qué se imagina mucha gente. En todo el tiempo que estuve trabajando, jamás recibí un mal trato, ni un abuso. Ni se la mamé a nadie, ni tuve que coger a X o Y, ni nada de lo que me dijeron. La entrevista fue como en todas, vas, pides trabajo, te pasan con la mamita que será, por regla general, una mujer ya de cierta edad, te verán bailar y con base a  eso, decidirán si te contratan o no. Por supuesto, tu estadía dependerá, del alcohol que vendas y si eres rentable a la casa. Algunas te piden vender una cierta cantidad de alcohol (digamos, 3 copas), o tienen un código por color, y deberás vender las bebidas «moradas» o «azules», (que serán pocos, más exclusivos), otras, serán más permisivas, nuevamente, depende del lugar.

Dependiendo (otra vez) del lugar, habrá los que dejen toquetear a las chicas, claro, siempre y cuando el cliente esté consumiendo. Las chicas que se dejan toquetear sin consumo, se llaman «cachucheras«, los clientes que miran sin consumir, se llaman «piojos». Generalmente, no duran mucho, siempre hay alguien que los corre.

Donde yo trabajé las chicas nunca, nunca  jamás de los jamases bailaban sin tanga, y puedes acordarte de los boxeadores: Nada de acción abajo del cinturón. Puedes aplicarlo con la tanga; podrán tocarte, abrazarte, besar tus senos o tus nalgas, jamás meter un dedo por debajo de la tanga.

Si a malos tratos  vamos, he tenido otros trabajos (mesera, vendedora, etc), donde me han tratado mucho peor, horas obligatorias, descansos castigados, clientes groseros, etc.

4. Que necesitas estar «superbien». Cuando yo inicié, pensé que, de entrada,  no me iban a dar chamba, porque ciertamente hay chicas bellísimas, y yo no soy nada espectacular. Qué equivocada estaba. Ciertamente, hay mujeres preciosas, pero la mayoría no es nada especial, morenas, de estatura más bien baja.. incluso unas más bien jamonas, en fin, mujeres, que, de verlas en la calle, no creerías que son bailarinas. Claro, tener buena condición física, te ayuda. Algunas incluso, están algo pasadas de peso, o ya se les notan los años,  pero en el escenario ciertamente tienen algo… son mujeres familiarizadas con su sex-appeal y saben explotarlo. Eso es lo importante. Aunque sí, hay presión para que te operes, fundamentalente porque ganas muchísimo más, por ende la casa también.

Claro, en un país tan racista como México, las europeas tienen un sitio especial, y la «casa» hará lo imposible por tener cinco o seis (ucranianas, rusas o checas) ; les arreglarán el pasaporte, les conseguirán depa, les llevarán los gastos domésticos… pero también puede sacarte de un apuro si necesitas  dinero. Y de esto se trata el siguiente punto.

5.- Que llevan una vida despreocupada de «glamour». Y también están las y los que creen que estas chavas llevan una vida de ensueño, siendo el deseo de miles de hombres, dándose el lujo de despreciarlos a  todos, andando de fiesta en fiesta, recibiendo regalos carísimos… La verdad es que ninguna chava piensa en esto como un trabajo a futuro, en primer lugar porque la juventud no es para siempre, en segundo lugar porque no es algo que puedas poner en un currículum. Tampoco es algo que puedas esconder; de tu familia, de tus amigos, de tu pareja. Por horarios, más que nada.

Lo que sí sé, es que de una mala racha, sí te saca. Digo, ¿a quién no saca de un apuro recibir, mínimo, digamos, mil pesos diarios? Y estamos hablando de un día francamente malo,  descansando domingos y que te deja medio día libre. Por ello es una excelente opción para chicas que están en la carrera o van a iniciarla, madres  solteras, o con algún apuro o emergencia. Y claro, hay quien lo hace por el dinero o por pura y simple vocación. En un mundo machista, sería hipócrita culparlas.

Si tienes la fantasía o la inquietud, mi consejo es que lo hagas. Incluso, que si no te quedas en el primero, vayas a otro. Y a otro y a otro y a otro, que esta ciudad está plagado de ellos. Como experiencia, te servirá. Llega entre las cinco y las seis,  muy bien depilada del bikini y piernas, con zapatos de variedad,   (las primerizas empiezan con zapatos de plataforma) y un cambio de ropa sexy, que puede ser : un baby doll y una tanga, una microfalda de colegiala con ombliguera, un bikini de variedad. Diles que quieres trabajar de bailarina.Algunos clubes (y esto es  realmente extraordinario) piden una investigación de antecedentes. Lo que sí debes llevar es una identificación oficial. Está prohibido entrar con tres cosas: Droga, cigarros y condones, y es el «sacaborrachos» quien revisa tus cosas a la entrada y salida, como en muchas otras chambas.

Como en todo trabajo, procura llevarte bien con todas las chicas, y ellas mismas te darán referencias de otros sitios, pues muchas, trabajan en varios al mismo tiempo. Respeta tu profesión, pero antes respétate tú y date a respetar, porque si no lo haces tú… nadie lo hará. La mamita te ayudará en todo, lleva una buena relación con ella. Sé creativa a la hora de inventarte tu nombre. Eso sí, no es un trabajo apto para tímidas o acomplejadas, y nuestra sociedad no suele tener a las bailarinas en un buen concepto. A lo más, son «putas caras»… en el mejor de los casos, en el peor… ni siquiera caras.

Y lo demás dependerá de qué tan buena seas bailando y «metiendo bebidas», si has trabajado en un bar o mesereando.

Es más, creo que cualquier mujer debería hacerlo al menos una vez en la vida. Hasta como ejercicio de  ascesis,  porque se siente muy bien bailar mientras el salón, lleno de hombres, no puede dejar de babear por  verte. Se tiene la falsa idea de victimizar a estas chicas, que entran engañadas, o por la fuerza. Nadie entra por fuerza, ni se queda por fuerza, pero sí  aprendes a darte tu lugar y a negociar, a disimular y  manipular también. Reitero, para mí, es un excelente negocio, con riesgo mínimo. Hay que tener colmillo, sí, pero como todo, con el tiempo.

Qué lástima que no todas estén preparadas mentalmente.Para conocer mejor la doble moral de los hombres. Quizá así sabríamos  cómo la sociedad trata a sus mujeres y en qué estima nos tiene.